sábado, 19 de noviembre de 2016

Llueva tu nombre

Respiro todo de ti:
de tu pecho masculino bajo mi cabeza
a media tarde,
y de las preguntas que no me respondes


De las flores pálidas que llevas
por piel
y tu abrazo, como de un hijo,
buscando consuelo
en el seno materno


Quiero despertar a cualquier pausa
del día con tu boca en mi cuerpo
y  cubrirme de la noche con tu aliento
de hierbas mojadas de rocío


Vísteme otra vez con tu mirada,
niño mío,
la desnudez de mi vida te lo ruega


Lo siento en el esternón, en las pupilas,
y en el chasis de esta esclava tuya,
vago y a rastras


Te inhalo más cada camino,
con todo –mucho o poco-
lo que parte de mí


Te quiero tanto, y no lo sabes,
que deseo vivir y morir
llamándote a mi lado


Por eso quédate conmigo, 
el tiempo que me reste,
para que Dios me conceda
que llueva tu nombre.






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