No sé nada de ti y no me hace falta. Así empezaría a quererte y yo ya estoy en suficientes problemas sin hacerlo.
¿Te darás cuenta de algo? ¿De todo? Podría necesitarte y no decirte, como en todos estos años, como en todos estos sueños.
¿Te darás cuenta de cómo te miro? Quiero decir, no en cantidad, sino en forma. Te tengo tan cerca y no te alcanzo. Te tengo tan lejos y te veo a donde vaya.
No hay ser que me recuerde tanta vida, tanto silencio, tanta violencia y tanta ternura. Al despertar a tu voz en un saludo, al sentir el mundo en la mano a tocar la tuya.
Verdad de las verdades: en realidad sí querría que me quisieras, que uniéramos soledades y compañías, que no escribiera de ti sin ti.
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