domingo, 17 de septiembre de 2017

Sinceramente hasta la madre







De ser, bastante seguido, invisibles. Menores, dueñas de tantas etiquetas. De tener que ser lo que nos digan que seamos, de estar abajo, de tener que estar peleando por lo que debería de estar dado por un hecho.

De tener que cuidarnos, de recibir advertencias porque los otros no reciben educación, ni punitivas, ni llamadas de atención, ni nada. De tener que ser las prudentes, de no ser libres, de ser juzgadas según lo que llevemos puesto. 

De no dejar de correr peligro aún si vamos vestidas de monjas, de maestras, de madres, de jóvenes, de nada en especial. De ser criadas para que nos defiendan otros, para no tener siquiera la habilidad de correr. De ser encasilladas, de recibir el 'tú te lo buscaste'. 

De morir todos los días y no por causas naturales, de ser las 'muertas' y no las 'asesinadas'. De ser un concepto en el periódico con portada roja, de servir para prestar el nombre, de ser las débiles, de ser las otras, de no ser suficientes seres humanos. 

De estar reducidas a una imagen, a las medidas, a importar según estas dos cosas, de ser un desperdicio si nos gusta otra. De no poder fumar, maldecir, dejar la casa, trabajar hasta tarde, no tener pareja o tener varias, porque sólo nosotras nos vemos mal así. De la violencia disfrazada de piropo a la fuerza.

De que se hable de nosotras como entes hormonales, que cuando no están en sus días, están 'menopáusicas' o necesitan de favores sexuales de parte de los hombres. De  tener que cargar con lo que no nos corresponde, porque nosotras, que estamos afuera, no tenemos culpa de lo que le pasa a los otros por dentro. 

De que después de todo esto, para algunos no seamos más que 'feminazis'. De que a esos algunos no se les ocurra pensar en quienes son como nosotras y están en sus vidas y por una de ellas están aquí, en un país en el que valemos menos que una clase de ética en la escuela o una plática en la casa. 

Sinceramente hasta la madre de que no todos estemos hasta la madre de que las mujeres nos vayamos al pozo de a gratis todos los días.

Archivo del blog